27 de marzo de 2007

Ahi les dejo la segunda entrega de "horas de miedo"
Que guste
abrazos y besos
teb's
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....Solo oscuridad. Yo pensaba que la muerte era distinta, que te morías y no había mas dolor, que todo se acababa, que no sentirías nada, pero no. me duele todo el cuerpo, como si el peso de el universo hubiera caído sobre mi, Mis sentidos todavía funcionaban, el olfato, al menos, pues percibí olor a tierra mojada, como cuando era un nene y jugaba en el patio de mi abuela.Si estoy muerto o no, no lo sé.Ahora siento que algo se acerca hacia mí, tengo miedo, pero voy a afrontarlo.En ese momento, abrí los ojos, y vi todo borroso, en la oscuridad de la noche, pude vislumbrar una sombra recortada que se proyectaba gracias a la luz de la luna.Poco a poco fui saliendo de ese sopor y mi aturdimiento iba disminuyendo.Una vez que recupere mi vista, y no sin un gran esfuerzo, pude incorporarme, y quede sentado en la tierra húmeda, La sombra se acerco a mi, hasta que pude distinguir que era uno de los pasajeros de el colectivo, ese hombre estaba sentado cerca mío, del otro lado del pasillo, asiento 17. Se llamaba Rodolfo, tenia veinticinco años, y una personalidad muy firme, era gerente de una empresa constructora y viajaba hasta entre ríos a la inauguración de uno de sus edificios.Me dio algo de agua en una botella, se sentó a mi lado, e intento darme ánimos.Tranquilo flaco, vamos a salir de esta- Me dijo
-Y los demás? somos los únicos sobrevivientes? Los restos del colectivo?
Las preguntas se juntaban todas en mi cabeza, necesitaba aclarar el panorama.
Nos quedamos charlando, y después de un rato empezó a clarear.El panorama, era el siguiente: Del colectivo, ni rastros, seguramente había quedado destrozado, y no se sabía nada de los demás pasajeros, ni de los ladrones.Rodolfo encontró algunos bolsos con cosas que podían sernos útiles para intentar sobrevivir a esta aventura.Quizás si nos movíamos un poco encontráramos otros pasajeros, para entre todos intentar salir juntos de ese lugar.Revisamos todos los bolsos y sacamos todas las cosas que nos parecieron útiles, y juntos emprendimos la marcha.Rodolfo resulto ser un hombre muy fuerte de personalidad, ni se le cruzo por la mente que fuéramos a morir en el medio del bosque, estaba decidido a salir con vida, sentí una gran admiración por el, y lamente no poder tener el mismo carácter fuerte y decidido.Con gran esfuerzo empezamos a avanzar entre las ramas de los árboles, que se entrecruzaban formando unos tejidos casi impenetrables, la marcha se hacia muy lenta, y después de batallar contra la naturaleza durante horas, sin avanzar mas que medio kilómetro, caí tendido sobre la hierba, supe que nuestros intentos serían inútiles, era imposible salir.Rodolfo se sentó a mi lado, como esperando a que yo reemprendiera la marcha, aun tenia esperanzas de salir con vida.En ese momento, en el que me sentía ya perdido, sentimos cerca nuestro un disparo que me saco del desvanecimiento espiritual en el que estaba.Me levante como si me hubieran electrocutado al grito de -Marcelo!Corrí un cuarto de hora como poseído entre ramas y pastos, abriéndome paso con las manos, pateando ramas o cortándolas con mis manos, saltando por arriba de ellas, o cuerpo a tierra, trepando árboles para pasar las zonas mas complicadas, no me detenía ni a retomar el aliento, Rodolfo no me perdía pisada, íbamos guiándonos por los disparos sucesivos, que a cada paso que dábamos se sentían más nítidos, y logramos salir a un claro del bosque.Ahí estaba el colectivo, sin vidrios y con todo el frente destrozado.Se desarrollaba un tiroteo, desde arriba del colectivo, uno de los delincuentes, el piojo, y desde abajo, y ocultándose de árbol en árbol, Macelo, con la Colt de uno de los ladrones, en frenética batalla, En la que no se daban tregua, los disparos eran sucesivos, uno tras otro caían los cargadores de las armas, y solo se daban respiro para recargar el arma.En ese momento, y desde arriba del colectivo, el arma salio despedida a modo de proyectil, e impacto en la cara de Marcelo, que cayo al suelo.
El piojo bajo como loco y arrebato el arma de Marcelo, antes de que pudiéramos reaccionar, gatillo 3 veces al cuerpo de Marcelo.
Tack, tack, tack, fueron los ruidos, ni una sola bala quedaba en las armas, y ahora Marcelo se levanta y empiezan a darse con los puños, como locos, hasta que Rodolfo y yo logramos separarlos. Me costo mucho contener a Marcelo, pues mi fuerza no era suficiente contra la suya, e intentaba soltarse por todos los medios, pero finalmente logramos calmarlo.En ese momento, resonó un golpe seco, y la puerta del colectivo cayo seca al suelo.Cuatro personas bajaron del colectivo, dos hombres y dos mujeres.Los dos hombres, Ortega y Bonelli.El primero, un hombre de armas tomar, de contextura ancha, cara larga, labios gruesos, pelo corto, treinta y dos años, trabajaba en un taller mecánico, vestía una camisa a cuadros y un jean.Bonelli, un pintor de veintisiete años, un hombre distraído, a menudo se perdía en sus pensamientos y no hablaba en horas, animo cambiante según los días. Su mayor dolor fue la perdida de sus pinturas, las que llevaba para exponer en un museo de Santa Fe.Las mujeres, La delincuente, quien supe, se llamaba Paola y la otra mujer, Valeria, una mujer hermosa, de gestos refinados, manos pequeñas nariz recta, ojos claros, pelo castaño claro. Veinticinco años, viajaba hacia santa fe a encontrarse con su banda, ella era la vocalista y autora de todos los temas del grupo. Una vez que los ánimos estuvieron mas calmados, nos sentamos en unos troncos, Marcelo y El Canario se miraban ferozmente, con el odio grabado en los ojos de ambos.
Me paré, y todos los presentes me observaron, era el momento de tomar la palabra.- Escúchenme, señores – Dije de apertura.- Si no nos ponemos todos de un mismo lado, no vamos a salir mas de acá, así que, les pido una tregua, que trabajemos todos juntos para salir de este lugar con vida. Somos 8 personas, entre todos, podemos salir de acá.Los presentes asintieron, lo cual me hizo tomar confianza en mi papel:- Estamos muy lejos de cualquier civilización, es cierto – continué – y nada nos asegura que no vallamos a morir en el trayecto, pero creo que podemos intentarlo.Lo único que les pido, es que mientras estemos perdidos, seamos compañeros.
¿Me estás pidiendo una tregua…? – preguntó Marcelo.
Yo abrí la boca para contestar pero el continuo¿…Me estás pidiendo una tregua, después de que por culpa de este hijo de puta estamos acá, perdidos en el medio de la nada, con ínfimas probabilidades de salir con vida, y vos me pedís una tregua, estás loco?
Yo quedé mudo y Valeria hablo por mí.-Mira, flaco, ya estamos acá, no vale la pena pensar de que tendríamos que estar en santa fe, o en cualquier lugar, no te sirve nada volver a mirar atrás, porque por mas que lo mires, este es tu presente, y no nos queda otra que vivirlo y tratar de salir de acá, así que pone un poco de voluntad y todo va a salir mejor. Marcelo callo, y yo entendí que cedía, y le anoté un punto en mi lista personal a victoria.
El mediodía llegó y se fue, mientras nosotros seguíamos conversando.Comimos lo de las bandejitas, y nos aseguramos otra ración para la noche.-¿Che, porqué no revisamos el colectivo? Podemos encontrar algo más que la comida- Propuso Ortega.La idea fue recibida con ánimo con todos, y debo admitir que fue muy acertada, nos mantuvimos ocupados durante más de 2 horas, lo cual hizo todo mas fluido, y además, el botín que conseguimos fue de gran ayuda.Cuchillos, mantas, ropa al por mayor, relojes con fecha, y además yo encontré algo que escondí.Puede pensarse que lo hice para dejar las cosas como estaban, pero en realidad lo escondí por el.en un bolso de cuero negro encontré los objetos para pintar de Bonelli, los pinceles, las acuarelas, los crayones, todo, menos los cuadros. Me lo guardé porque seria un golpe para el, decidí esconderlos conmigo y dárselos cuando llegáramos. Pero en medio de la búsqueda sucedió algo más, y agradezco que haya sucedido así. La primera regla para la búsqueda era que el que encontraba algo que quería, se lo quedaba, y nadie podía reclamárselo.El Piojo buscaba desesperado algo, no prestaba atención a la ropa o a alguna otra cosa, estaba como poseído. Mientras yo lo observaba ir y venir, abrir y cerrar alacenas, saltar entre los asientos fijándose en el portaequipajes, Ortega me susurro al oído.-Esteban, acabo de hacer un hallazgo y no se que hacer, veni, por favor. Lo seguí por todo el pasillo, hasta el final, y el me señalo debajo de uno de los asientos. Yo me agaché y saque un bolso negro, de cuero. Vi mi cara de confusión y la de Ortega, reflejada en un espejo del colectivo. No entendía nada, hasta que lo abrí, saltaron a mis ojos montones de billetes, celulares, joyas, miré a Ortega, y vi la confusión en sus ojos. Yo por mi parte, entendí que eso era lo que tan desesperadamente buscaba el Piojo. Todo cerraba. Según las leyes de nuestro “campamento”, legítimamente el bolso, con su contenido, le pertenecía a Ortega, el lo había encontrado, y se lo dije.- Mira flaco, yo no necesito plata, y menos esa, que está manchada con la sangre de todos los que murieron por unos billetes de mierda. Si queres quedártela vos, no tengo problema, pero a mi no me la ofrezcas- dijo.-Déjame pensar.. Algo se me va a ocurrir, pero yo ni loco me quedo con esta plata, por el momento la vamos a esconder en algún lado, para que no la encuentre aquel, dije, y miré al piojo.Baje del colectivo, y lo escondí debajo. Nos volvimos a juntar todos en los tronquitos, y entre Marcelo y Rodolfo, a quien ya todos decían Fito, por su nombre y su gusto musical por su homónimo, encendieron un buen fuego, eran alrededor de las tres de la tarde.Nos sentamos todos alrededor de el fuego, en ronda. A mi izquierda, Valeria, después de ella, Paola, Bonelli, Ortega, Rodolfo, Marcelo, y el piojo, que estaba a mi derecha, completaban el círculo. En la despensa del colectivo encontramos, té, café, yerba, un mate, azúcar. Así que, yo, Valeria, Ortega y Marcelo, tomábamos mate. Bonelli tomaba café, Paola, Marcelo y el Piojo té.

1 comentario:

• ☼§► la SoRCièRe ◄§☼ • ♠ dijo...

¡¡¡Qué loco!!! ¡¡Quiero másss!! Al final es un suplicio esperar el nuevo posteo n_n

Che, dejá el link a tu flog en algún lado, que no lo puedo visitar porque me olvidé de la dirección [=oP