5 de agosto de 2007

Navidad.

Caminaba. La lluvia le empapaba el impermeable, y por ende, los cigarrillos. No le quedaban más de 3 o 4. Lo sabía. Pero eso no importaba ahora. Tenía que llegar a su destino, como sea. Ahora, solo había un problema. Cuando iba al colegio primario, sus maestras decían que era disperso. Pero ahora, el, tenía un problema. Había olvidado a donde tenía que ir. Seguía caminando por las calles, para ver si encontrara algo que le dijera en que lugar era su cita, nisiquiera recordaba con quien más se había citado. Encontró un sucucho llamado “el baúl”. Entró. Pidió su primera ginebra con ínfulas. Se la tomo, y pidió otra más. A la 4 ginebra, se dijo para si mismo: “calle 7, entre 2 y 4, 3 casa, mano derecha”.
Se lo anotó en la mano, pagó con dos Belgrano, y se fue. Paró un taxi, le dijo la dirección, y se recostó en el asiento trasero.
- Qué noche, mi amigo.
- y todavía no termina. (Al escuchar lo trabado de su voz, sintió una mezcla de orgullo y preocupación). Se durmió. El taxista seguía y seguía hablando. Este hombre ya ni respondía.
- Maestro, llegamos, son doce pesitos.
- toma quince y mañana me das el vuelto.
Se bajo, reconoció la casa. Golpeó la puerta. Su ex – mujer lo miró con desprecio. Ahora lo recordaba todo.
-Que olor a alcohol que tenés, Roberto.
- Roberto Godofredo Christofersen Arlt. (Se le trabó la lengua al pronunciar el apellido, y salió algo así como Artl)
- Estás borracho… ¿ni para pasar la Navidad con tus hijos podes dejar de tomar?
- ¡Ajá! ¡Ya entiendo todo! ¿Esto está todo armado no? Vos queres hacerme creer a MÍ que HOY es navidad. Y te pensas que yo no lo recordaría… pero muy bien, no te creo. Porque sino, el cantinero que me sirvió mis cuatro ginebras, me hubiera dicho feliz navidad. O el taxista. Pero nadie me dijo nada, así que esto está hecho en mi contra. Y tengo derecho a un abogado y a… (La puerta se cerró de golpe). Che, se cerró la puerta. Ah, sí, ¿no me abren?, ya van a ver…
me voy a ir a pasar la navidad con otra. (Ahora el discurso era en voz alta para si mismo)
empezó a caminar por la calle, observando a su alrededor. Sentía que algo vibraba dentro de él. La vibración era cada vez mayor. Metió la mano en el bolsillo y era su celular.
- a ver, como era esta porquería… Recordatorio, dice. Ahora aprieto este botoncito del medio… ¿Qué dice? Ah, que hoy es navidad. Que buenas estas porquerías. Parece que se le cambio la fecha, porque hoy no es navidad. Si es como 24 de diciembre. Ma’ si. Yo tiro este aparatito a la mierda. (El celular describió una trayectoria y cayó sobre el cordón). Roberto siguió caminando.
- Mira… tiran fuegos artificiales. Debe ser que jugo la selección nacional, nomás.
Mejor me voy a casa. Cruzo una plaza y sintió ganas de mear. Mientras estaba en eso, una señora grito desde la ventana:
- ¡¡Ni en navidad dejan de mearme las plantas, carajo!!
El hombre siguió caminando hasta llegar a su casa. Traía las llaves en la mano.Una vez adentro pensó: “que lío se hubiera armado si hoy realmente fuera navidad”

2 comentarios:

• ☼§► la SoRCièRe ◄§☼ • ♠ dijo...

Mierda, eso esta MUUUY real. Lástima que ese tipo no existe y, por lo tanto, no puedo pegarle.

[Te recuerdo: TQM]

º·.Such a little raven.·º dijo...

todos con arlt

ok no